miércoles, 30 de agosto de 2023

PENSAMIENTOS AUTOMÁTICOS. Cuida el jardín de tu mente.

  

En el ser humano, pensamiento, sentimiento o emoción y conducta están íntimamente relacionados, de modo que cada uno de ellos influye en los demás.


Nuestros pensamientos están fluyendo continuamente y, como la sangre, se deslizan sin que muchas veces seamos conscientes de su presencia. A esta corriente continua de ideas hay autores que la llaman “diálogo interno” o “autodiálogo”. Con frecuencia, estos pensamientos son de estilo telegráfico. Incluso puede ser una palabra, o un fragmento de ella, que encierra el significado de una frase. Por ser breves, fugaces y frecuentemente incontrolables, acostumbran a llamarlos “pensamientos automáticos”

martes, 15 de agosto de 2023

Si gritamos en una discusión, hemos perdido. Joan Carles March.

 Si gritamos en una discusión, hemos perdido

Avatar for Joan Carles March . Tomado de Granada digital


No es más fuerte la razón porque se diga a gritos”. Gritar durante una discusión no solo socava la eficacia de nuestro mensaje, sino que también muestra una falta de confianza en nuestra capacidad para expresar las ideas de manera tranquila y persuasiva, dejando al descubierto nuestra imperiosa necesidad de tener razón.

Nadie pone en duda que gritar no sirve para persuadir. Sin embargo, cuando estamos en una discusión elevamos la voz para hacer valer unos argumentos de los cuales nos sentimos incluso demasiado seguros.

miércoles, 9 de agosto de 2023

"Todos los hombres son mortales". Cristina Peri Rossi (Tomado de internet)

 

"Yo tenía cinco años. La maestra escribió en la pizarra: "Todos los hombres son mortales". Sentí un enorme alivio, un gran regocijo.
Esa tarde, cuando salí del colegio, corrí a mi casa y abracé muy estrechamente a mi madre.
"Qué suerte Mamita, tu no te vas a morir nunca!" le dije, arrebatadamente.
"Qué?" preguntó mi madre, sorprendida.
Me separé apenas de ella y le expliqué:
-La maestra escribió en la pizarra que los hombres son mortales.
Y tú eres mujer!. Por suerte, eres mujer, dije y volví a abrazarla.
Mi madre me separó tiernamente de sus brazos.
-Esa frase, querida mía, incluye a hombres y mujeres. Todos y todas moriremos algún día.
Me sentí completamente consternada y desilusionada.