Dar retroalimentación consiste en facilitar información a la otra persona sobre cómo realiza determinadas conductas. De este modo y según el tipo de información, pueden cambiarse, fortalecerse o debilitarse dichas conductas.
Algunas pautas para que la retroalimentación sea eficaz:
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Sea una persona específica en sus comentarios. No se limite a decir cosas como “lo has hecho bien, mal o regular”. Busque las cosas concretas que la otra persona ha hecho bien y las que desde tu punto de vista le conviene mejorar.