martes, 26 de septiembre de 2023

ESCUCHA ACTIVA.

 lA ESCUCHA ACTIVA 1.

  1. LA ESCUCHA ACTIVA 


"Yo sé que tú crees que entiendes lo que piensas que dije, pero no estoy seguro de que te des cuenta de que lo que oíste no es lo que yo quise decir" 

Cerca del 80% del tiempo que nos mantenemos despiertos/as lo dedicamos a comunicarnos: 



ESCUCHAR

HABLAR

LEER

ESCRIBIR

SE UTILIZA

45%

30%

16%

9%

SE APRENDE

Lo primero

En segundo lugar

En tercer lugar

En cuarto lugar

SE ENSEÑA

lo que menos

En tercer lugar

En segundo lugar

Lo que más

 

Resulta sorprendente que la enseñanza del "arte de escuchar" esté tan poco extendida y valorada, siendo la escucha un componente de la comunicación tan vital y el primero que se practica en orden cronológico. 

No se da suficiente importancia al saber escuchar bien y practicarlo, esto ocurre en todos los ámbitos: social, familiar, formativo y laboral. 

Como docentes debemos desarrollar esta habilidad, ya que si realmente nos dedicamos a escuchar, haciendo preguntas y atendiendo a las respuestas, comenzaremos a colocarnos en los zapatos de la otra persona, en nuestro caso del alumnado, desarrollaremos la empatía, que significa penetrar mentalmente en los sentimientos y en el espíritu de una persona. Cuando esto suceda, estaremos en la mejor disposición de encontrar un lazo común con nuestro alumnado y de mejorar las relaciones humanas. 


Hábitos inadecuados al escuchar 

Estos hábitos se traducen en errores muy extendidos que existen sobre la naturaleza de la escucha y que es necesario combatir: 


Escuchar no es "esperar a que el/la otro/a termine de hablar" 

Con frecuencia, se entiende escuchar como una espera obligada, mientras el/la otro/a habla, para coger nuestro turno de palabra. 

La situación puede presentarse así: 

“Mi compañero está hablando de algo, pero yo también tengo ganas de hablar. Ante ello, se me presentan estas dos opciones: puedo interrumpirle y satisfacer mis deseos de hablar, con lo que me arriesgo a molestarlo y a ser tildado de mala educación; o puedo aguantar mis ganas dando la impresión de que atiendo, aunque sólo esté esperando a que cambie el "semáforo" para poder decir lo que deseo". 


✔ Escuchar no es "un proceso natural"' 

Se suele considerar el escuchar como fruto de un proceso natural, cuya destreza se alcanza espontáneamente con la maduración biológica de la persona. 

No podemos, sin embargo, creer que es un proceso natural y que no necesita entrenamiento previo, porque la experiencia de cada día nos demuestra lo contrario. 


“...con mi marido no se puede vivir. No sabe escuchar, es imposible hablar con el” 

“... El problema con mis padres es que no se puede dialogar con ellos. Al principio parece que sí, pero luego te das cuenta de que no te han escuchado". 

“... del trabajo mejor no hablar. Mi jefe es insoportable, se cree que todo lo sabe y no escucha a nadie." 

"... el problema y el malestar creado por este alumno en el grupo, no es que sea antipático, o que vaya a contracorriente sino que no escucha a nadie". 


✔ Escuchar no es “lo mismo que oír” 

Cuando hablamos de oír estamos subrayando el proceso fisiológico. No está bajo nuestro control voluntario, porque el sentido del oído recoge las ondas del sonido y lo transmite al cerebro, lo queramos o no. 

Escuchar, en cambio, no es un proceso automático; tiene lugar cuando el cerebro reconstruye los impulsos electromagnéticos y forma una representación del sonido original, a la que se le asigna un significado determinado. 


✔ Escuchar no es "sólo cuestión de buena voluntad" 

En muchas ocasiones se parte del supuesto de que todo el mundo sabe escuchar -proceso natural-, y por tanto, si alguien no escucha, sólo se puede explicar por una falta de querer escuchar. 

Escuchar es una destreza compleja. Sólo así se explica el fracaso de la comunicación y de la escucha en las relaciones padres-hijos, de pareja, que a pesar de la buena voluntad y el cariño no se tiene. 

"Si no me escuchas y no me comprendes es porque no quieres, porque tienes mala voluntad. Por tanto, tengo derecho a culparte...". 


Para escuchar no basta con "atender o entender las palabras" 

Otro error muy extendido es creer que toda comunicación queda encerrada en el contenido verbal de las palabras, y por tanto, para escuchar bien basta con atender al significado de 

las mismas. 

"A menudo nos dicen: ¡no estás escuchando lo que te estoy diciendo!. Nuestra reacción defensiva es decir, sin ni siquiera mirar al/a la interlocutor/a: "Te estoy escuchando perfectamente. Si quieres te lo repito". 

Se da por supuesto que oír las palabras y ser capaz de repetirlas es todo lo que se puede 

pedir, de una buena escucha. 


" …a mi amiga no hay quien le entienda. Hace un mes cuando le dije lo de suprimir un viaje programado, por unas dificultades imprevistas, me dijo que sí, que estaba de acuerdo; y ahora, un mes después, me lo echa en cara". 


Esto ocurre por atender sólo el significado literal del "sí", creyendo que el significado está en las palabras, olvidando observar el tono de la voz, mandíbulas tensas y otros signos no verbales que hacían interpretar el "sí" en un "me lo esperaba, si hubiera sido con otra persona lo habrías arreglado de otro modo" 

El proceso de la escucha 

1. Percibir los sonidos: captación de sensaciones 

2. Interpretar lo que hemos oído: comprensión del mensaje 

3. Evaluar qué hacer con el mensaje recibido 

4. Responder en función de la interpretación de lo oído y de la evaluación del mensaje. 


Así pues, podemos definir la escucha como: 


La técnica de acoger a la persona que nos habla y descodificar adecuadamente su lenguaje verbal y no verbal, con el fin de comprender los distintos contenidos del

mensaje. 


Tal como apunta P. DEL POZO, para desarrollar la habilidad de la escucha es preciso hacer un 

esfuerzo, practicando en tres sentidos: 


Escucha activa: escuchar atentamente procurando transmitir al alumnado que le estamos prestando atención (mirándole, asintiendo, preguntándole sobre el tema que habla). 

Escucha comprensiva: transmitir a la persona emisora la sensación de que estamos de acuerdo con lo que está diciendo ("es cierto", "tiene razón"). 

. Escucha selectiva: realizar preguntas generales sobre lo esencial de la información que se nos está transmitiendo, orientando el mensaje hacia lo que nos interesa conocer a través de preguntas más concretas. 


(Formación de formadoras y formadores de FPO. Consejería de Trabajo e Industria/Instituto de la Mujer 1997)


Conductas para la Escucha activa:

  • Contacto visual.

  • Incentivos verbales: sí, ya veo...

  • No verbales: asentir con la cabeza, gestos de atención...

  • Pausas.

  • Resumir o reafirmar: mostrar que se comprende.

  • Hacer preguntas abiertas.

  • No desplazar a la otra persona del centro de atención mostrando nuestro acuerdo o desacuerdo, o hablando de nosotros mismos.

  • Responder a los sentimientos que parecen estar detrás de las palabras.

  • Identificar el momento en el que la otra persona desea que hablemos y terminemos el papel de escuchar .


Cómo favorecer la Escucha activa en un grupo de clase:


  • Colocar los asientos de manera que puedan verse y oírse.

  • Formular preguntas en lugar de contestarlas tú.

  • Centrarte en la persona que habla. 

  • Señalar las asociaciones.

  • Reforzar las ideas relacionadas con lo que se está hablando.

  • Reaccionar a los contenidos de la persona que habla.

  • Responder a los sentimientos del mensaje

  • No tener miedo al silencio. Puedes cortar una intervención que no ha acabado si te apresuras a responder.

  • Reafirmar o resumir lo oído.

  • Ser directivo cuando el alumnado  no se escucha:

  • Dar turnos de palabra estrictos.

  • Preguntar a la persona distraída.

  • Si la persona distraída no sabe la pregunta debido a que no estaba escuchando, pedir que se la repitan.

  • Ser modelo de lo que deseas en tus alumnos: ellos tiene tendencia a imitarte.



2 comentarios:

  1. Precioso artículo. Chulisimo. Ahora, lo de preguntar a la persona distraída.... Jeje. Mil gracias por compartir. ... Chulisisimo el blog. Felicidades. Ahora estoy viendo las cosas del verano pasado.... Gracias.

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