Esta mañana desperté emocionad@, con todas las cosas que tengo que hacer antes de que el reloj marque la medianoche.
Tengo responsabilidades que cumplir hoy. Soy importante. Mi trabajo es elegir qué clase de día voy a tener.
Hoy puedo quejarme porque el día está lluvioso, o puedo dar gracias porque las plantas están siendo regadas gratis.
Hoy me puedo sentir triste porque no tengo más dinero, o puedo estar content@ de que mis finanzas me empujan a planear mis compras con inteligencia.
Hoy puedo quejarme de mi salud, o puedo regocijarme de que estoy viv@.
Hoy puedo llorar porque las rosas tienen espinas, o puedo celebrar que las espinas tienen rosas.
Hoy puedo auto compadecerme por no tener muchos amigos, o puedo emocionarme y embarcarme en la aventura de descubrir nuevas relaciones.
Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a trabajar, o puedo gritar de alegría porque tengo un trabajo.
Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a la escuela, o puedo abrir mi mente enérgicamente y llenarla con nuevos y ricos conocimientos.
Hoy puedo murmurar amargamente porque tengo que hacer las tareas del hogar o puedo sentirme honrad@ porque tengo un techo para mi mente, cuerpo y alma.
Hoy el día se presenta ante mí, esperando a que yo le dé forma y aquí estoy, la escultora que tiene que darle forma.
Lo que suceda hoy depende de mí. Yo puedo escoger qué tipo de día voy a tener.
¡Hoy puede ser un un gran día!, a menos que tengas otros planes.
Nota: Elegir en positivo no significa conformarse, ni implica resignación. Pero sí determina la mejor actitud para luchar y trabajarse por aquello que perseguimos. Ánimo y adelante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario