Una vez vistas las cualidades que deben poseer el personal docente, no debemos olvidar que, además de enseñar habilidades, transmitir conocimientos, modificar o generar actitudes, dirigen y encauzan todo lo que sucede durante el proceso formativo. Su mera presencia física y las características de su rol hacen que el alumnado someta sus iniciativas a las reglas que se marque. Sin embargo, el alumnado configura un grupo cuyos objetivos (individuales o colectivos) pueden no coincidir con los del curso, dificultando su marcha. Para evitarlo el profesorado debe hacerse respetar a la vez que ser accesible. Nunca debe renunciar a su responsabilidad sobre lo que ocurre en el proceso enseñanza-aprendizaje, debe demostrar que domina perfectamente su trabajo y ajustarse al programa.
El personal docente desarrolla un rol específico como LÍDER FORMAL DEL GRUPO ya que su responsabilidad es lograr que su alumnado actúe de la forma más eficaz para conseguir los objetivos de aprendizaje tanto a nivel individual como grupal. De cómo se desempeñe este liderazgo dependerá el ambiente que se genera dentro del aula, la participación del alumnado y la consecución de los objetivos.
Distinguiremos tres estilos de liderazgo docente:
Atocrático. Laissez-faire. Democrático
Cada uno de ellos, tiene unas características específicas que le son propias, sin embargo, en la práctica del aula no es frecuente encontrar docentes que respondan de forma exclusiva a uno de estos estilos. Lo ideal sería que el estilo que asumieran fuese mucho más porcentaje de democrático. No obstante, se recomienda que en función de la situación, adopten el estilo que consideren más conveniente. Normalmente, con grupos poco maduros, el profesorado debe tender a adoptar un estilo más directivo y, a medida que el curso avanza, y el grupo como tal madura, su actuación debe evolucionar hacia posiciones más participativas. Se trata de un proceso natural de la vida de los grupos. En todos ellos, por lo general, el papel de liderazgo tiene un gran peso durante las primeras etapas. Dicho peso decrece con el transcurso del tiempo, conforme las personas del grupo proyectan sus intereses, actuaciones y esfuerzos hacia una meta común, al tiempo que funcionan de forma más autónoma e independiente respecto de la persona que ejerce el liderazgo.
Veamos a continuación las características de cada uno de los tres estilos docentes, así como las ventajas e inconvenientes de cada uno de ellos.
1 ESTILO AUTOCRÁTICO
Características:
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Control firme y centralizado del personal docente: dice qué hay que hacer, cómo y cuándo. Suele tomar por sí mismo las decisiones y determina las técnicas y los pasos de la actividad uno a uno.
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Señala el trabajo de cada persona del grupo.
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Casi único agente activo del proceso de enseñanza- aprendizaje.
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Se sitúa fuera del grupo, dirigiéndose principalmente a los individuos.
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Suele delegar poco.
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No suele tomar parte en la tarea colectiva salvo cuando muestra el modo de hacerla.
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Dirige, no suele participar.
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Es el estilo de docente que la mayoría de las personas adultas evocan en los recuerdos de la infancia
Ventajas:
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Este estilo suele estar asociado a aumento de logros y tiempo de dedicación en las aulas.
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Mayor productividad cuantitativa, principalmente cuando el personal está presente.
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.Ahorra tiempo, pues evita las dudas y vacilaciones del alumnado a la hora de tomar decisiones. .
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El alumnado con ansiedad y también, las personas con cierta inseguridad funcionan mejor ante una estructura y orientación muy marcadas.
Inconvenientes:
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No permite que el alumnado avance hacia la autosuficiencia. No entrena al alumnado en la toma de decisiones.
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Crea dependencia, sumisión y puede provocar apatía en aquellas personas que no sean demasiado dinámicas. .Frecuentemente, el alumnado no se siente implicado en el aprendizaje y sus motivaciones suelen decaer.
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Cierta rigidez puede dar lugar a tensiones, enfrentamientos y rebeldía.
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El grupo suele sentir que la responsabilidad del proceso de enseñanza-aprendizaje es externa a él.
2 ESTILO LAISSEZ FAIRE
Características:
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No dirige, deja hacer. Amigable.
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Procura la autogestión de las personas y el grupo.
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Está presente e interviene cuando es requerido.
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No suele valorar la conducta, le interesa más el producto.
Ventajas:
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Permite a algunas personas del grupo sobresalir y desarrollar su creatividad.
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Permite al alumnado a asumir responsabilidades en el aprendizaje.
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Crea un espacio en el que es posible conocer a las personas tal y como son.
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Se potencia el aspecto creativo y lúdico del trabajo.
Inconvenientes:
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Riesgo de conseguir bajos logros, poco rendimiento. Pérdida de efectividad.
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El alumnado puede experimentar sentimientos de desorientación e insatisfacción
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Poco sentimiento de pertenencia.
3 ESTILO DEMOCRÁTICO-PARTICIPATIVO.
Características:
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La presencia y peso del personal docente no son tan grandes como en el autoritario ni tan escasos como en el Laissez-faire. Dicho peso se modera y pondera en beneficio del aumento de la participación del alumnado. Docente y alumnado son agentes activos del proceso.
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Intenta que su alumnado optimice su capacidad intelectual, así como su desarrollo integral como personas, por ello la participación del alumnado es, en consecuencia, muy activa.
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Actúa lo más objetivamente posible en sus juicios, alabando o criticando según el mérito o demérito real. Toma parte en el trabajo común aunque sin entrometerse demasiado.
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Es ante todo, una persona facilitadora de un proceso en el que el alumnado es el protagonista. Coordina, orienta, facilita, dirige.
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El proceso de enseñanza-aprendizaje es más modificable.
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Le interesa relacionarse no solo con las personas sino con el grupo (el nosotros-as).
Ventajas:
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La motivación del grupo es elevada, ya que se siente protagonista.
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El alumnado construye los conocimientos y llegan a ellos por sí mismos/as, lo cual redunda en una mejor y más profunda comprensión de los contenidos.
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Entrena al alumnado en las llamadas destrezas blandas: participación y, la toma de decisiones en grupo..
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La participación en un curso en el que el estilo del profesorado es participativo, prepara al alumnado para vivir en democracia. Fomenta la iniciativa, participación y organización grupal. Suelen darse más relaciones de solidaridad.
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El grupo siente que la responsabilidad también es interna, también depende de ellos y ellas.
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Se puede obtener un rendimiento óptimo aún sin la presencia física del personal docente.
Inconvenientes:
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Es posible que se dediquen más horas a la búsqueda de soluciones y decisiones en grupo, en lugar de dedicar esas horas al tiempo de aprendizaje.
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Generalmente las tareas requieren más tiempo para su realización. .En algunas personas los logros pueden ser escasos.
En la medida que pensemos que la formación tiene que ser heurística, o sea que debe procurar que el alumnado descubra por sí mismo el porqué de los conceptos introducidos, nos inclinamos por el estilo docente participativo-democrático siempre y cuando cuándo el alumnado está preparado para él. Sin embargo, las circunstancias pueden hacer más deseable otros estilos como hemos apuntado anteriormente. La bondad o maldad de cada uno de ellos depende de distintas variables, nivel de conocimiento de las personas participantes, experiencias previas, disposición para responsabilizarse, etc., en función de las que el personal docente adaptará un tipo u otro de vinculación con el alumnado y con la tarea.
Funciones, Estilos y Habilidades docentes. Docencia de la FPE. Centro Público FPE Cartuja. Granada.
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